Antes de ayer
fui al oculista y me echaron esas gotas que dilatan la pupila y te confunden la
mirada por unas horas (terca neblina que te borra las líneas de la mano y hace
insegura la tierra bajo tus pies, decía Borges). Así que la lectura se me hizo
una tarea borrosa, casi perpleja, y tan empinada como si fuera un estudiante de
los de menos de 6,5 anterior a la LOMCE. Por eso, al intentar ojear la prensa
se me mezclaban las imágenes. A través de mis ojos vagos y con la mirada
trizada por las lágrimas de las gotas, Pedro J. era el fustigador justiciero
implacable con el Gobierno del PP, era citado con prodigalidad en todos los
grupos PRISA y hasta Rubalcaba sintió el pinchazo de una segunda juventud y
acudió a su llamada con el yelmo y coraza de una leal y real oposición. Abrí y
cerré compulsivamente los ojos, pero sólo conseguí un torrente mayor de
lágrimas e imágenes aún más delirantes en las que la portada de La Gaceta de
Intereconomía (influencia probada) mostraba a un sujeto con una manos en los
¿genitales al descubierto?, La Razón y el ABC en un trastornado abracadabra
ponían en la misma charca, no a Bárcenas y a quienes robaron dinero con él
(Presidente reformista incluido), sino a quien lo diga o lo escuche; y el Presidente
reformista decía que en una democracia seria el Presidente no va al Parlamento
y no habla de sus latrocinios porque hay cosas más importantes de las que
ocuparse. Me sequé las lágrimas como pude e hice un intento desesperado de ver
algún renglón torcido donde pusiese qué dice la Iglesia de todo esto, pero el
embrollo inducido por esas gotas era tenaz y no pillé ni una letra al respecto,
apenas algún rugido de Wert sin importancia.
Pero ir al
oculista tiene sus cosas buenas. La mirada vaga y la imagen escarchada y neblinosa
de la realidad oculta los detalles, confunde los límites, pero hace
especialmente visible el contorno general de las cosas, el orden más resistente
y tenaz. Y al juntar todos los titulares borrosos y distorsionados me parecía
que el contorno general se parecía a Esperanza Aguirre. Después de todo, los
pedrojotas y los federicos quieren, claro, al PP en el poder, pero al PP de
verdad, no al sucedáneo light del Maricomplejines. Sí, él recorta en enseñanza
y sanidad, pero dice que a disgusto, que es la situación la que le obliga, no
irradia ideología, no acaba de dar el volantazo y no acaba de ser amigo de Sus
Amigos. El Presidente reformista, no nos engañemos, no es un ladrón, no es ese
su perfil. Es un chupón, uno de esos que araña y rasca, que no pone su
autoestima en nada, sólo apaña y no deja migaja. El problema es que la gente de
este perfil es mezquina, pequeña, no está capacitada para lo grande, da muchos
pasos ventajosos, pero nunca da grandes pasos. Hasta para cumplir su ideario de
sociedad sin estado y el que la pille para él tiene que decir que es que se lo
mandan de Europa y es que la situación le obliga a cosas dolorosas. Como no hay
PSOE a la vista, IU sigue siendo póstuma y UPyD vaya por Dios, el campo está
abierto para hablar en serio. Esperanza no era una política agobiada por la
presión cuando dejó el Gobierno de Madrid. Era la rata que abandonaba el barco
porque huele antes el sentido de las cosas. La Gaceta dice que ella tiene que
ver con el fértil encuentro de Bárcenas y Pedro J. Mmm.
Pasado el efecto
de las gotas, la actualidad se me sigue pareciendo a Esperanza. Y Rubalcaba parece
el infeliz que le hace el juego siendo oposición cuando y hasta donde conviene que
lo sea al PP Auténtico y Sin Complejos. O el efecto de esas gotas dura más de
un día o tengo una alergia. Claro que ¿qué puede hacer Rubalcaba si no es pedir
la dimisión y la comparecencia de El Reformista?
“Señor
Presidente Reformista, la financiación irregular es un tipo de robo continuado.
Usted cobró y, por tanto, robó. A estas alturas es incuestionable que los dos
partidos que gobernamos España acumulamos malas prácticas de gestión y
encubrimiento que arruinaron al país y desmoralizaron a la población. Cualquier
persona decente debe sentirse abrumada y asqueada. Por la democracia y por la
moral del país, le tengo que pedir la dimisión y la convocatoria de unas
elecciones a las que yo no debo presentarme. La debilidad de mi partido está
dejando margen para que el entorno de Esperanza Aguirre y El Mundo conspiren
contra usted y lo están haciendo. Que se regocijen si creen que les hago el
juego. Yo sólo quiero ayudar al pueblo a quitarse todas las mamandurrias que lo
arruinan y me iré para que mis evidentes limitaciones no sigan siendo parte del
problema”.
Así de fácil.
Sólo decir la verdad. La verdad vende más de lo que creen estos mequetrefes. Y
Rubalcaba tiene algo que nadie tiene. Aquí y ahora la verdad es su boca es un
arma que lo puede cambiar todo en minutos. Sólo tiene que incluir su abandono
como parte de esa verdad. Es tan fácil.