Dice Alberto Manguel que leemos
distinto en verano y en invierno. Seguro que sí, porque lo hacemos casi todo
distinto. Incluso la siesta. Uno lee y las historias se aíslan como esferas
sueltas y luego se mezclan improvisadamente al hilo del sopor y el calor que
todo lo desordena.
Así que uno lee que Esperanza
Aguirre dice que Pablo Iglesias tiene que demostrar que no es de ETA haciendo
donaciones a las víctimas. Ella señala “con apasionada intensidad” quién puede
ser de ETA y el señalado tiene que demostrar que no lo es. Con razón se viene
diciendo en las redes sociales si será ella culpable de todos los delitos y
tráficos a cuyos afectados ella misma no socorra económicamente. Pero se puede
dar la vuelta al argumento. Cabe pensar que un etarra dejará de serlo y quedará
libre de culpa si hace donaciones a las asociaciones de víctimas que diga
Esperanza. La deducción es demasiado obvia para que ella no haya percibido que
se infería de sus palabras, siendo ella como es mujer de olfato y fundamento, columnista
y conferenciante de altura. Dando por hecho entonces que ve con diafanidad las
consecuencias lógicas de sus palabras, seguro que ya estaba previsto lo que
podamos inferir de ellas y me pregunto entonces si eran una manera de sutileza
suprema para dejar caer una oferta de diálogo con ETA: done usted donde yo diga
y su condición terrorista queda disuelta por mi mano valiente y torera. Qué
raro. Por qué querrá ahora Esperanza Aguirre dialogar con ETA y ofrecerles una
vía para el perdón de sus pecados, con lo que tiene ella dicho y vivido.
Mientras esta historia intrigante
flota autónoma en la modorra veraniega, pasa a ocupar los restos que me quedan
de consciencia la alegría franca de Wert diciendo que la corrupción está ya
superada, que todo lo que sale en los medios son cosas anteriores a esta
legislatura. Las de esta, me digo, saldrán a la luz en la próxima. Pero, como
dice Wert, muy dotado para lo obvio (¿no fue él el que dijo para subir las
matrículas que “estaba demostrado” que cuando se ayudaba a alguien el ayudado
sacaba más beneficio de la ayuda que la sociedad?), como dice Wert, digo,
seguramente las corruptelas de esta legislatura tengan un tono más bajo que las
anteriores. Es obvio. Los hilos inesperados de la siesta en trance y el temblor
de la canícula me traen una película en la que hay una especie de guerra
mundial contra los zombis. Cada humano mordido por un no-muerto se convierte en
zombi ávido de morder y así convertir a otro humano. La progresión de zombis es
geométrica, menos en Corea del Norte, cómo son estos guionistas de películas b.
Allí el gobierno obliga a toda la población a sacarse los dientes. Así, cuando
un zombi muerde a un desdentado, este ya no puede morder y convertir a otro,
por lo que el enemigo se hace estable y no creciente. Sin dientes no hay
epidemia. La corrupción también, como ve Wert antes que nadie, tiene un muro de
contención: el dinero. Sencillamente ya no hay dinero para hacer aeropuertos
sin aviones ni licitar urbanizaciones en medio de la nada. Sin dinero, como sin
dientes, no hay epidemia. Regeneración en marcha.
En la semiinconsciencia, las
historias recién leídas se deshacen como regueros de sudor en hilillos que se
juntan y se separan caprichosamente. Los zombis me llevan otra vez a ETA. Ya no
mata, no puede. Estar está muerta. Claro, pero aunque no mata puede hacer
terroristas adeptos en diferido, como un sueldo del PP. ETA es un no-muerto y
Pablo Iglesias tiene que demostrar que no está mordido por una organización
zombi, muerta pero viva mientras Esperanza diga que lo está. Quizá digo que
está muerta porque estoy mordido y estoy con el chavismo, el castrismo y ETA y
lo demás es palabrería. Quizá no haga falta que Pablo Iglesias haga donaciones
a las asociaciones de víctimas y baste con que se saque los dientes, como los
norcoreanos de la película.
Y vaya usted a saber por qué la
caída libre hacia el sueño ausente de la siesta me trae la evocación de la
Virgen, en concreto de Nuestra Señora María Santísima del Amor, advocación
de la Virgen que venera la Cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico. Es la que
recibió la medalla de oro al mérito policial y parece que hay lío jurídico al
respecto. Según Jorge Fernández la Virgen es un ente capaz de desvelo,
sacrificio y dedicación, pero los de Europa Laica dicen que no es persona y que
no tiene obligaciones ni derechos. Otra no-muerta. Cosa complicada debe ser el
tinglado legal de los zombis. Habrá que sacarse los dientes como si fuéramos
comunistas.
En la siesta es mejor no dejarse
dormir mucho tiempo y mantenerse en la apacible fase no-REM. Se evita uno
aturdimientos al despertarse y la erección que acompaña al sueño profundo. No
conviene acompañar erecciones con ensoñaciones de Esperanza Aguirre sin
dientes, vírgenes zombis con medallas al mérito policial y reflexiones regeneracionistas
de Wert. El batiburrillo podría dejar secuelas.
Siestas antiguas de verano …
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