Es siempre un honor y un privilegio
reunirnos para entregar los prestigiosos premios Príncipe de Astucias, para
recordar una vez más al tipo humano que homenajeamos en estas fechas y ya, nos
conmueve decirlo, por tercera vez. Tipo humano, digo bien. Siempre nos gusta
mencionarlo por su nombre, pues su talento es el que celebramos. Hoy es el día
en que nos decimos con convicción y en voz bien alta: hay que ver cuánto hijo
puta.
Y a ello vamos, que este año fue
fecundo en hijoputez. ¿Pues no teníamos desde el principio en nuestro corazón al
Príncipe Felipe? ¿No ansiábamos el momento de verlo coronado como Felipe VI, no
anhelábamos a alguien tan Preparado en la Jefatura del Estado? ¿No suspirábamos
por que por fin fuera ungida Letizia, tan Mujer de Hoy que es ella? Pues no,
queridos raposos, no os podemos engañar, la verdad es que no. Lo dijimos en el
momento de la coronación y lo evocamos ahora en tan solemne circunstancia. En
una colonia de hormigas la reina no dirige ni da órdenes. Sólo pone huevos. Si
la colonia fuera un cuerpo, la reina no sería la cabeza, sino el genital. La
madre naturaleza nos brinda la suprema enseñanza de que la monarquía consiste
en una sociedad que tiene los genitales donde debería tener la cabeza.
Nosotros teníamos nuestro plan
republicano, porque teníamos a nuestro hombre: Rubalcaba. Seríamos un solo
hombre con él. Pero algo salió mal. Su alma era republicana y limpia, pero,
como a Juan Carlos I, le falló el cuerpo. Resultó que su cuerpo se había hecho
monárquico. Y la Sucesión se hizo como una ventosidad en un transporte público:
rápida, silenciosa, impune y dejando mal olor. Y Silencioso como un viento sigue
Felipe VI, como si tramara algo. ¿Estará organizando en Podemos un Círculo
Realeza?
A Ana Mato ya la conocíamos. Sí,
sí, por lo del jaguar, pero sobre todo porque José Antonio Montano había
chivado que había dicho la frase más pija de la historia, aquello de que su momento
más feliz del día era cuando veía cómo visten a sus hijos. Montano cotillea
que, en eso de decir la frase más pija de la historia, tuvo una dura
competencia en una chica pija a la que su novio sorprendió haciéndole una
felación a un DJ en plena actuación. La chica, liberando la boca, le dijo a su
novio con voz gangosa de niña pija: “pero no te enfades jooo … excitatéee”.
Montano confiesa que las dos frases y su circunstancia se le mezclaron en el
recuerdo y da a entender que tiene pesadillas cuando se le cruza en el pensamiento
Ana Mato con felaciones a DJs. Mi imaginación, queridos raposos, no es tan
fértil, pero reconozco que también se me cruzan las historias. Veo a Teresa Romero
salvada in extremis de la muerte en un hospital que estaba en trance de ser
desmantelado por Ana Mato, la veo a ella balbuceando en rueda de prensa y poniendo
los nervios de punta a toda Europa, veo a peperos y Marhuendas culpando a la enferma
de conspiración y en cada cosa que veo no puedo evitar oír en off la voz
gangosa y pija de Ana Mato, diciendo al ancho mundo: “pero no os enfadéis jooo
…”.
Y luego a nosotros, humildes
súbditos de este Principado nuestro, que mirábamos al sur como si el Pajares
fuera una repisa para contemplar la tarde y mirábamos a Pujol, a Blesa, a Rato,
a la infanta, al ex-Rey saliendo de puntillas como quien mira la suavidad del
día yéndose despacio … de repente nos toca oír el estruendo. Miramos para atrás
y ahí estaba, el derrabe del SOMA y Fernández Villa. Y es que lo de Villa tiene
mérito. Robar donde hay dinero, convengamos, es fácil. En Cajamadrid cualquier
ex-presidente del FMI o compañero de colegio de Aznar puede robar. Pero hacerse
rico con el declive minero es ya alta ingeniería financiera. Y sin tarjetitas,
con más desparpajo que Mariló quitándose los guantes del ébola. Todos estamos
deseando que hable José Ángel. Todos queremos saber cómo lo hizo.
En fin, queridos raposos, el de hoy
sí es un juego limpio. Ninguno de los premiados aquí alcanzaron tan alto honor
por sobornos o tráfico de influencias. Los premiados lo fueron en buena lid.
Todos son unos hijos de puta contrastados e incuestionables. Nuestro maestro de
ceremonias nos los irá presentando para rendirles nuestro reconocimiento.
Comience la gala.
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